Muerte de un rehén
RELATO CORTO
DESAFORTUNADO AUTOR: ANTONIO RAYA
Espero que entiendas e incluso perdones, oh rehén mío, la
desdichada suerte que has corrido a mi lado, tú que llegaste por casualidad,
como dirían los de Amaral.
Corría una gélida mañana en la pintoresca localidad de
Nerja, más gélida que de costumbre, a unos (soportables con una sola chaqueta)
12ºC, como augurando algo desolador, inminente y violento. Ya decían que
madrugar no traía nada bueno, pero, por desgracia, nunca lo sabes hasta que no
se masca la tragedia en tus propias carnes, bien mascada en este caso.
Tras hacer un breve reparto automovilístico de cámaras EOS 600D salva-culos
a sus respectivos dueños (que ya era hora), dispúseme a cogerte de la mano para
ponerte a salvo en mi hogar, oh miserable rehén, aunque tan preciado momento de
intimidad se viese truncado por la aparición, en mitad de la calle, de un
abuelo falto del cariño de su nieto, oh abuelo inoportuno.
Tras ofrecerle asiento en el coche a mi maquiavélico y octogenario
pariente, con el fin de transportarlo a un lugar lejano, donde quién sabe si
no perpetrará otras mil fechorías, no caí en la cuenta del peligro que corrías
bajo el asiendo del copiloto, oh llorado rehén mío.
No fue hasta que no oí crujir tu estructura, quizá era tu
propio corazón con forma de lata marca Marlboro, hasta que no supe que ya era demasiado tarde. El abuelo
bad-madafaca involuntario, que carece el pobre de reacción instantánea o
movilidad fluida, hundió su pie inmisericordemente en tu tapa mientras de
fondo se oían mis gritos desesperados:
- ¡¡¡¡Nooooo abuelo!!! ¡¡¡nooo!!!, ¡¡¡cuidao que no es
mía!!!.. gritaba yo con el alma en vilo.
- ¿He pisado algo?, preguntaba el involuntariamente perverso verdugo.
Hasta que no ví tus entrañas desparramadas por el suelo no
lo asumí, pero sí, ya era demasiado tarde, te habías ido para siempre, oh mi
rehén. Por suerte, tus órganos conformados por filtros OCB, tabaco de liar
Chesterfield, y demás parafernalia intestinal, quedaron intactas, toda tu
estructura destrozada sirvió de amortiguador.
Tan poco tiempo juntos, y tan gran vacío has dejado, de la
peor manera.
Hora de la muerte: 11.00 AM del día vigésimo noveno del mes
primero del año 2013. Descanse en paz tan inocente y descuartizada alma.
tendremos que reunirnos para celebrar un funeral en condiciones
ResponderEliminarLlevo toda la mañana con el pañuelo en la mano... (bueno creo que son simples mocos)
ResponderEliminarEstoy desolado.